La automatización y las nuevas tecnologías han llegado a nuestras vidas para quedarse. Cada vez son más áreas las que se unen a la era del cambio y el sector sanitario no ha sido la excepción.
La esperanza de vida no deja de aumentar. Dentro de la Unión Europea la edad media es de 77.8 años en el caso de los hombres y 83.3 en el caso de las mujeres. Por ello, es necesario acudir a la digitalización del sector para hacer frente a la gran demanda de servicios sanitarios, demanda que post covid continúa elevada y se enfrenta a la falta de profesionales sanitarios en varias áreas claves de la atención.
Con la crisis de la Covid-19 se ha podido observar la amenaza que supone una saturación de la atención sanitaria y la importancia de acudir a las tecnologías para optimizar el servicio a los pacientes.
La digitalización del sector sanitario ofrece numerosas ventajas en diferentes ámbitos. Por un lado, permite agilizar los procesos en términos de gestión y análisis de cantidades masivas de datos, algo que se consigue gracias al uso del Big Data.
Por otro lado, abre la veda a las consultas virtuales, ya sea por telemedicina o chatbots, lo que evita el colapso de la atención primaria y facilita a trabajadores y personas, incluso con desarrollos inclusivos a personas con menos inclinación a soluciones tecnológicas como la tercera edad, el poder hacer cualquier consulta médica sin la necesidad de desplazarse o pedir permisos en el trabajo.
Pero esto no es todo, la tecnología en la medicina es mucho más ambiciosa. Permite la aceleración en la elaboración de medicamentos innovadores y de medicina de precisión según características de cada paciente. de igual forma, el gaming para la salud mental o para pacientes con movilidad reducida, aplicaciones que fomenten estilos de vida saludables, y simulaciones para personas en condición de discapacidad son solo algunas de las tendencias de la digitalización sanitaria.
A pesar de las ventajas que brinda la tecnología es importante no deshumanizar la sanidad. Gran parte de la recuperación de los pacientes cuando ingresan se debe a la atención que reciben por parte del personal sanitario. A esto se suma que hay fragmentos de la sociedad menos preparados para manipular la tecnología y para los cuales puede ser un reto interactuar con dispositivos en sus tratamientos y procesos de sanación.
Es por eso que el uso más óptimo de la tecnología en la medicina es aquel que complemente el factor humano.
Nuevas tecnologías en sanidad: un cambio en la realidad
Entre todas las tecnologías emergentes que existen en el sector de la salud, es necesario hacer una mención especial a la realidad virtual (RV), realidad aumentada (RA) y realidad mixta (RM), que están en la cúspide de las innovaciones de los últimos años.
Ya en 2019 según el Mapa de Tendencias realizado por la Funció TIC Salut Social el 25% de los centros usaban la realidad virtual, seguida de un 14,2% que tenían la intención de incorporar la realidad aumentada y un 8,9% la realidad mixta.
Estas tecnologías pretenden ofrecer nuevas soluciones en el diagnóstico, cuidado de pacientes y en la formación del personal médico, ampliando los horizontes de la medicina tradicional y consiguiendo objetivos que hace unos años eran inimaginables.
La importancia que están adquiriendo es tal que para 2025 se espera que en Europa, la realidad virtual y aumentada alcance los 2.893,1 millones de dólares, que en comparación con 2018 donde el valor fue de 311,6 millones de dólares, supone un crecimiento exponencial de estos recursos.
Hasta el momento, la digitalización más generalizada dentro de la sanidad es sin duda la consulta virtual. Debido a la pandemia, el sector sanitario se vió obligado a implementar las consultas virtuales, las cuales llegaron para quedarse por las ventajas que ofrece.
Las consultas virtuales no solo agilizan la cola de espera para acudir al especialista sino que también evitan los colapsos en la atención sanitaria ocasionados, en gran parte, por consultas que no precisan de presencia física.
Sin embargo, aunque algunas consultas han demostrado ser altamente efectivas, a la hora de inspeccionar al paciente, la consulta virtual se queda obsoleta.
Gracias a la realidad virtual y aumentada, esto va a poder cambiar, ya que permitirá al médico acercarse al paciente y observar con todo detalle las molestias que pueda padecer.
Todas estas tecnologías emergentes deparan futuras tendencias que podrán cambiar la vida de muchas personas, a nivel físico y mental.
¿Y si el personal sanitario pudiese simular operaciones de riesgo para proceder de forma satisfactoria posteriormente? ¿Y si aquellos que han sufrido cualquier tipo de invalidez pudiesen recuperar sus facultades gracias a rehabilitaciones virtuales?
Realidad virtual y sus aplicaciones
La realidad virtual lleva años poniéndose a prueba especialmente en el mundo de los videojuegos. Sin embargo, en los últimos años se ha experimentado un crecimiento exponencial de su uso en otras industrias, incluido el sector sanitario.
La realidad virtual es una representación de un entorno simulado con el que una persona puede interactuar, colocándolo en una experiencia tridimensional.
Hasta hace poco tiempo, no se había puesto en marcha una investigación tan exhaustiva en las aplicaciones de la realidad virtual en sanidad, pero en los últimos años han cambiado las tornas.
Aplicaciones de la realidad virtual en el sector sanitario
Según el Informe de Realidad Virtual en España, un 12% de los proyectos de realidad virtual están relacionados con el sector salud.
El principal motivo de esto son las grandes ventajas en el ámbito sanitario tanto para el paciente como para el personal sanitario. Si hablamos de aplicaciones de RV podríamos englobarlas en 5 áreas distintas:
Tratamentos de salud mental
Uno de los usos de la realidad virtual más utilizados es el tratamiento de enfermedades de salud mental. Su uso en psiquiatría es conocido como virtual reality exposure therapy (VRET) y tiene una gran efectividad en el tratamiento de fobias, déficit de atención o gestión del estrés.
En el caso del tratamiento de fobias, la realidad virtual permite que el paciente se exponga de forma segura a sus miedos de forma progresiva, algo bien recibido en los pacientes por la tranquilidad y seguridad que les supone saber que están dentro de un escenario ficticio.
En el caso de los pacientes que padecen estrés o depresión, la RV también puede ser un añadido en el tratamiento. Gracias a la realidad virtual se pueden recrear ambientes ideales para meditar. También es una salida para aquellos que sufren otros trastornos como síndrome de estrés post traumático o déficit de atención (ADHD).
La realidad virtual muestra resultados satisfactorios en el ámbito de salud mental por la efectividad que puede alcanzar, la personalización del tratamiento al adaptarse a cada paciente, y por su aceptación por parte de los pacientes que la prefieren por encima de otras terapias.
Rehabilitacón de pacientes
La realidad virtual beneficia a aquellos que han sufrido una invalidez o un accidente cerebrovascular (ACV) ya que permite simular escenarios a los que se expondrá el paciente una vez abandone el hospital.
Para aquellos que pacientes que deban usar silla de ruedas, gracias a la RV podrán agilizar la rehabilitación a través de sistemas de recompensas, interactuando con entornos simulados para aprender a enfrentarse a esta nueva realidad antes de enfrentarse físicamente a este cambio.
Lo mismo ocurre con aquellos que hayan perdido un sentido como la vista. En estos casos, el paciente puede interactuar con escenarios virtuales donde prima el sonido, para adaptarse a su nueva realidad.
Diagnóstico y tratamiento de enfermedades
Entre los usos de la realidad virtual debemos mencionar el diagnóstico de enfermedades. Esto se consigue gracias a pruebas funcionales que permiten obtener los estudios necesarios para realizar una evaluación y diagnóstico precoz, especialmente de enfermedades neurodegenerativas.
A través de estas pruebas, el profesional puede conocer la gravedad de la situación y realizar un diagnóstico personalizado que se adapte a las necesidades individuales del paciente.
Una vez realizado un diagnóstico y asignado un tratamiento, la realidad virtual puede seguir usándose para mitigar el dolor o para reducir la cantidad necesaria de anestesia, pues la RV permite al paciente abstraerse con mayor facilidad de la intervención.
Formación del personal sanitario
Otra de las áreas en la que se obtienen beneficios es la formación del personal sanitario.
La RV permite simular situaciones críticas para evaluar la mejor ruta de acción y así ampliar la formación de los profesionales sin poner en riesgo la vida de un paciente.
Para operaciones de alto riesgo, poder repetir numerosas veces una intervención de forma virtual puede aumentar los casos de éxito.
Otro de los usos que se puede obtener de la RV es el estudio de forma exhaustiva de los órganos humanos.
La realidad aumentada gana popularidad
Según un informe de GlobalData se estima que el mercado de la realidad aumentada alcanzará 76.000 millones de dólares en 2030, superando así el mercado de la realidad virtual.
La RA permite visualizar el entorno real a través de un dispositivo, el cual añade elementos virtuales sobre esta realidad física. La RA ya resulta familiar para muchos e incluso se ha convertido en una de las bases del metaverso.
También podrás utilizar la realidad aumentada en dispositivos móviles o a través de aparatos como las Google Glass que permiten observar tu alrededor superponiendo cualquier objeto.
También se ha aplicado en la localización de las venas, colocando un dispositivo sobre la piel que muestra la ubicación exacta de las mismas.
Muchas otras aplicaciones ya se han puesto en marcha para mejorar la calidad de vida de las personas como localizadores de desfibriladores automatizados que permitan atender problemas cardíacos urgentes o el fomento de la investigación del cuerpo humano.
Realidad mixta: la fusión entre la realidad virtual y aumentada
Por último existen casos de uso de la realidad mixta, que no es más que la unión entre la realidad virtual y aumentada.
A medida que ha crecido la popularidad la RV y RA, se ha desarrollado un híbrido que permite la interacción de los objetos físicos en un entorno virtual.
La realidad mixta consiste en el uso de un dispositivo autónomo que construye un entorno en tiempo real y que permite la interacción entre avatares y objetos virtuales con elementos y personajes reales.
Una de las aplicaciones más interesantes de la realidad mixta es la posibilidad de terceros de participar en operaciones en cualquier parte del mundo. Gracias al reconocimiento de la visión espacial, un médico externo podría participar en una intervención obteniendo la recreación de la situación a tiempo real.
Otra de las oportunidades, y en línea con ser “patient-centricity” es poder educar a los pacientes con métodos audiovisuales que se relacionen con una medicación en concreto: por ejemplo, mientras un paciente recibe una infusión de un anticuerpo monoclonal puede utilizar un código QR para informarse como ese medicamento está actuando sobre una articulación inflamada en ese momento con RM.
También se pueden encontrar usos de realidad mixta en imágenes 3D como los ultrasonidos, donde las madres podrían obtener detalles mucho más precisos de sus bebés o transmisiones en vivo para la formación de estudiantes.
Conclusión
Tanto la realidad virtual como la aumentada y mixta son grandes promesas de la medicina del futuro.
Si bien los avances que se han hecho hasta el momento ya dejan sin palabras, lo que está por llegar no será menos.
El uso de estas tecnologías en la salud tienen un mérito doble, ya que además de mejorar la calidad de vida de los pacientes, también abre la posibilidad de salvar vidas que sin estas herramientas tendrían un futuro distinto.
Los investigadores y profesionales de las TIC ya han hecho su trabajo, ahora queda ver la forma en la que los hospitales y centros de salud comenzarán a introducir estas herramientas para aprovechar las ventajas que ofrecen.
La revolución del sector de la saludque nos espera no puede ser más que intrigante y llena de motivaciones para los médicos por la posibilidad de salvar vidas y mejorar las condiciones de los pacientes.
dicos por la posibilidad de realizar su mayor vocación: salvar vidas y mejorar las condiciones de los pacientes.