Imagina que eres un aficionado al deporte argentino. ¿Qué es lo primero que se te viene a la mente? ¿Un bombo? ¿Alguien trepando una valla? ¿Un fanático de Maradona cuyo bienestar emocional depende de cómo le va a su equipo? Hemos oído todas estas creencias, y ninguna es justa.
Nuestro sector ha estado atrapado por los estereotipos de los aficionados durante generaciones, y ha convertido una cuestión cultural en un problema empresarial. Hemos alienado a millones de aficionados que no se ven reflejados en el público deportivo típico que aparece en la televisión. Como resultado, estos aficionados a menudo apoyan a sus equipos a distancia mediante el streaming y el contenido digital. Aman a sus equipos, pero se sienten desconectados. Y los equipos, por su parte, desconocen a estos aficionados y no saben cómo captarlos. Es hora de cerrar esta brecha y acercar a estos seguidores apasionados a la acción.
Este problema surge a la hora de crear estrategias de datos. Si la información que recopilas es incompleta, todas las conclusiones que saques serán erróneas, y la situación solo empeorará cuando descubras el origen del problema.
Es hora de ajustar nuestra percepción de los aficionados al deporte y sus motivaciones. Las tendencias muestran que el 95% de los seguidores disfruta del deporte desde casa, pero esto no significa que la Generación Z no vea un partido completo o no visite estadios. Por ejemplo, el 70% de los seguidores de la NBA vive fuera de Estados Unidos, lo que pone de manifiesto cómo influye la ubicación en la afición. Las suposiciones generales pueden hacernos cometer errores. En su lugar, debemos comprender a cada aficionado individualmente.
Hay una forma de alcanzar este nivel de personalización y hacer que una generación de aficionados vuelva al redil, aunque vivan a miles de kilómetros de distancia. La tecnología está haciendo posibles experiencias increíbles para todo tipo de aficionados que permiten generar una respuesta emocional que fideliza. Con la incorporación de la IA, podemos orientar rápidamente estas experiencias de forma hiperpersonalizada. Aplicando los fundamentos del análisis de datos específicos, podemos entender quién es cada aficionado a nivel personal, cómo quiere interactuar y, por lo tanto, cómo podemos establecer una relación más profunda que sea mutuamente beneficiosa.
Estas son algunas de las soluciones que creo que impulsarán este salto en el fan engagement personalizado:
Transmisiones con IA: La inteligencia artificial está revolucionando las transmisiones al adaptar en tiempo real los ángulos de cámara, las estadísticas y el idioma a las preferencias de los aficionados. Imagina encender tu televisor cinco minutos antes de que termine un partido y recibir clips personalizados para ponerte al corriente. Además, los nuevos programas informáticos de tratamiento de imágenes pueden seguir el enfoque de los ojos de los espectadores durante un partido, lo que ofrece nuevas perspectivas sobre lo que realmente cautiva a los aficionados.
Ecosistema gamificado: Impulsar la participación de los aficionados es crucial para comprender sus motivaciones, con la gamificación como eje central. En la actualidad, el gaming genera más ingresos que la música y el cine juntos, lo que pone de relieve su importancia en las estrategias de entretenimiento y deporte. Los aficionados ya emiten votos, comparten predicciones, ganan puntos y obtienen premios en varias plataformas. El siguiente paso es conectarlas en una experiencia fluida que permita que las interacciones se trasladen de una plataforma a otra. Integrar fuentes de datos y plataformas dispares requiere esfuerzo, pero la creciente adopción de API lo convierte en un objetivo realista para quienes estén dispuestos a darle prioridad.
Digitalizar el estadio: Para digitalizar por completo la experiencia de los aficionados, no podemos dejar de lado a los estadios. Muchos estadios siguen siendo analógicos, pero ahora podemos integrarlos en el ecosistema digital. Imagina pulseras como las de los parques de Disney que ayuden a los aficionados a recorrer los estadios más fácilmente a través de la aplicación móvil del club. Esto abre varias posibilidades de uso de datos personalizados, como precios dinámicos, nuevos espacios VIP, zonas familiares y experiencias de realidad aumentada. ¿El resultado? Mayor ocupación de los estadios e interacciones más significativas con los aficionados.
¿Qué valor tiene todo esto? Al interactuar con los aficionados de forma individual en distintas zonas geográficas y plataformas, aumentamos sus oportunidades de compartir first-party data, lo que nos ayuda a comprender mejor a nuestra audiencia. Los beneficios potenciales de captar una nueva base de aficionados digitales y acercarles tus ofertas más amplias son enormes y emocionantes, lo que justifica los pasos técnicos necesarios para lograrlo. Los aficionados son más que un simple estereotipo, y si nosotros, como industria, estamos preparados para recibirlos, comenzará realmente la próxima era de la transformación digital del deporte.
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