Innovación en base a desafíos y riesgos
A lo largo de mi carrera me ha pasado que al ingresar a un proyecto ya está todo definido; gestión de riesgos, metodologías, etc. Pero, ¿cuál fue el criterio de elección? Es posible que el criterio venga dado por estándares de la empresa, una restricción del cliente, una restricción gubernamental, etc. Sin embargo, muchas veces vemos que esta elección se basa en la experiencia. Con esto no estoy diciendo que esté errado, sin embargo, el propósito de este artículo es el de mostrar un posible método para justificar cada paso que damos en el ciclo de vida del software de forma iterativa.
Hay que tomar riesgos
Sin riesgo no se hace nada grande y memorable
Terencio
La palabra “riesgo” tiende a asustar, pero cuando trabajamos en proyectos con un entorno complejo estamos rodeados de riesgos y ocultarlos bajo el tapete puede ser una muy mala idea.
Yendo un poco más allá, los riesgos, esa posibilidad de que algo inesperado suceda, pueden darnos la oportunidad de lograr una mejora. Entonces, tomemos los riesgos como oportunidades y amenazas para una posible finalización de nuestro proyecto:
- Las oportunidades las vamos a aprovechar.
- Las amenazas las vamos a mitigar.
Una excelente actividad que suelo utilizar para identificar riesgos de forma temprana es Pre-Mortem de Atlassian.
Identificar riesgos no es algo malo. Lo malo es lo que hacemos con ellos y cómo los comunicamos.
Elecciones con justificación
En un proyecto con un desafío claro y una serie de riesgos ya identificados, tenemos la oportunidad de superar ese desafío aprovechando y aprendiendo en el camino.
Una vez identificados los riesgos y su categoría (oportunidad o amenaza), debemos decidir qué hacer con ellos y lograr sacar algo positivo de cada uno con el fin de lograr nuestros objetivos. Por ejemplo: identificamos que estamos trabajando en un contexto complejo donde además el mercado para el que trabajamos cambia de forma constante. Entonces, lo más apropiado para este proyecto sería usar Scrum, con el fin de mitigar el riesgo de los requerimientos cambiantes y consecuentemente el riesgo asociado a la incertidumbre.
Al elegir procesos, herramientas, métodos, etc, basándonos en un riesgo, estaríamos eliminando las tareas que generan desperdicio; tareas que de no hacerlas pondremos en riesgo al proyecto.
Finalmente, los riesgos de hoy pueden cambiar a futuro. Es necesario monitorear los riesgos identificados, su relevancia e impacto y replantearse si es necesario continuar trabajando en ese riesgo o enfocarse en otros emergentes o que cobran más importancia. Por ejemplo: riesgo de un ataque de hackers al llegar al poner un sistema en producción; si bien siempre tuvo que ser tenido en cuenta, esto aumenta la prioridad a la hora de desplegar el sistema al público.
El “framework”
- Elegir un desafío u objetivos.
- Identificar riesgos.
- Categorizar oportunidades y amenazas.
- Intentar convertir cualquier riesgo en una oportunidad.
- Mitigar las amenazas restantes.
- Monitorear cambios en nuestros riesgos de forma iterativa.
Por último, no olviden eliminar cualquier actividad, métrica o proceso que ya no cumpla un objetivo. En otras palabras; eliminar el trabajo que no sea útil.
Beneficios
- Cada paso es justificado, no hay desperdicio.
- Aumenta las posibilidades de llegar a un buen puerto o pivotar antes de llegar a un total fracaso (ver Lean Startup).
- Incrementa la oportunidad de Innovar con menos riesgo.
- Mantener sólo métricas relevantes que contestan una pregunta, ayuda a entender el estado del proyecto y su proyección, eliminando “malos entendidos”.