La “economía de plataforma” se ha elevado como una fuerza fundamental de cambio en la era digital de la evolución cambiante, alterando fundamentalmente cómo las industrias funcionan y crean valor. En esencia, la economía de plataforma se refiere a un ecosistema donde la plataforma digital facilita el intercambio de bienes, servicios e información, que fomentan una interconexión dinámica que trasciende los modelos comerciales tradicionales. A diferencia de los enfoques tradicionales, estas plataformas van más allá de las transacciones simples, creando experiencias inmersivas y relaciones simbióticas de usuarios. Es un ecosistema digital donde varias entidades interactúan e intercambian valor mediante una plataforma centralizada, que incluye a los individuos, las empresas y los recursos.
Estas plataformas funcionan como intermediarios que conectan a los productores y los consumidores, que crean un efecto de red que amplifica su valor con el tiempo. Las características incluyen transacciones impecables, servicios personalizados y la capacidad de crear experiencias con base en los datos del usuario.
Amazon es un ejemplo claro de la economía de plataforma que conecta a los compradores con los vendedores independientes que pueden alcanzar una audiencia global. La plataforma va más allá de las transacciones, que ofrece una experiencia personalizada mediante recomendaciones de productos, reseñas y varios servicios de terceros. Además, Amazon conecta su oferta de otros servicios, como Prime, FireTV, Amazon Payments y Music, para para recopilar vastos datos sobre las preferencias de los usuarios. Asimismo, Uber ejemplifica la economía de plataforma en el ámbito de los servicios de transporte. La plataforma conecta a los usuarios con los conductores, lo que crea un mercado dinámico. El éxito de Uber radica en facilitar viajes y aprovechar datos para mejorar las experiencias de los usuarios, optimizar rutas y crear un efecto de red para atraer usuarios y conductores.
Mientras “plataforma” se usa con frecuencia ampliamente para describir varios espacios digitales, la “economía de plataforma” enfatiza de forma específica el ecosistema interconectado que facilita el intercambio de valor. En general, una plataforma puede referirse a cualquier espacio digital o herramienta que permite interacciones. Sin embargo, la economía de plataforma es diferente debido al énfasis en la creación de un entorno interconectado donde los usuarios, los productores y los consumidores participan en intercambios multifacéticos, que crean un ecosistema digital holístico. Las plataformas en la economía de plataforma van más allá de proporcionar un servicio o facilitar transacciones; activan la forma y redefinen industrias promoviendo la colaboración, la innovación y un flujo de valor impecable.
Aprovechar la confianza
Los clientes confían sus datos personales a los bancos principalmente por el entorno regulador riguroso que gobierna estas instituciones. Los bancos operan dentro de un marco de estándares industriales y reglas gubernamentales que exigen la gestión segura de la información de los clientes. La supervisión reguladora garantiza que el banco implemente las medidas de seguridad fiables, como la autenticación de múltiples factores y con cifrado, para salvaguardar datos datos confidenciales. El factor de confianza intrínseco que las instituciones financieras disfrutan les proporciona una ventaja para profundizar y diversificar interacciones con los clientes. La voluntad nata de los consumidores para compartir datos personales con bancos confiables forma la base de una experiencia de banca interactiva y en evolución. Los bancos son adeptos históricos a integrar avances tecnológicos, mientras defienden los principios fundamentales, lo que les permite navegar el cambio hacia la interconexión, los modelos comerciales dinámicos y los ecosistemas impulsados por las redes.
Los bancos están comenzando a adoptar los marcos de economía de plataforma, facilitando un intercambio impulsado por la tecnología del valor entre los individuos, las organizaciones y los recursos, similares a las empresas como Amazon, eBay o Uber, que han impulsado la innovación y promovido un ecosistema dinámico donde las empresas y los consumidores interactúan impecablemente.
Este cambio de paradigma redefine la distribución y la creación de valores en nuestro mundo hiperconectado. Las empresas innovadoras, especialmente en el sector financiero, adoptan cada vez más los modelos de plataforma para incluir a los clientes más efectivamente. Estas plataformas digitales no solo facilitan las transacciones; crean experiencias, personalizando ofertas para cumplir con las necesidades específicas de los consumidores.
Embarcarse en esta experiencia requiere alteraciones radicales en marcos operativos y comerciales. Esto significa que una transformación integral de recursos, procesos y tecnologías es esencial para generar valor superior.
El futuro de la banca depende de una relación simbiótica, más interactiva y profunda con los clientes. Exige un cambio en la creación de valores facilitada por las arquitecturas basadas en las plataformas que ofrecen transacciones impecables, conexiones directas entre los consumidores y los productores y los servicios personalizados con base en los datos de los usuarios.
El efecto de la red y el alcance global
El valor de estas redes aumenta con cada transacción, ya que el flujo de datos resultante ofrece información invaluable. Las plataformas proporcionan acceso instantáneo a los mercados globales, que atraen negocios internacionales y comerciantes de alta frecuencia. La tokenización de bienes en plataformas de gestión patrimonial está revolucionando estrategias de inversión, lo que ofrece propiedad fraccional en bienes de gran valor y mejora la liquidez y la diversificación.
Las sofisticadas estrategias de comercio algorítmico y las medidas de ciberseguridad personalizadas, como la autenticación biométrica y con cifrado, son solo algunas formas como estas plataformas atienden las necesidades de los clientes de élite. La planificación de bienes personalizados y el servicio meticuloso a los clientes consolida aún más la función de las plataformas de banca especializadas como el apogeo de la economía en el sector bancario.
El impacto de la economía de plataforma se ilustra claramente en economías, como en India, donde empresas de tecnología financiera, como ZestMoney, LazyPay y Simpl, se integran impecablemente con las plataformas de comercio electrónico. Esta integración refleja la naturaleza flexible e interconectada de la economía de plataforma, que atrae especialmente a los consumidores más jóvenes que valoran la practicidad de los pagos diferidos.
Disponibilidad de ecosistema
No podría haber un mejor tiempo que hoy, ya que hemos atestiguado reguladores que impulsan la banca abierta, lo que permite que acceder a los servicios bancarios a través de API. La IA generativa se está convirtiendo en la tendencia predominante y, lo que es más importante, hay una aceptación creciente de temas como las finanzas integradas. En resumen, los reguladores, los actores de la industria y la infraestructura tecnológica están más preparados que nunca antes para impulsar los objetivos de la economía de plataforma para los bancos.
Navegar los desafíos
Aunque la economía de plataforma anuncia una era de transformación para los servicios financieros, es crucial reconocer los riesgos asociados, particularmente en torno a la privacidad, la seguridad de los datos y las complejidades reguladoras. A medida que nos aventuramos en este terreno, se necesitan marcos fiables para tratar estos desafíos cambiantes.
Las instituciones financieras deben reconocer cómo la economía de plataforma es una estrategia imperativa para remodelar cómo pensamos acerca de los servicios financieros y la participación de los consumidores. En Globant, nos centramos en impulsar la innovación mediante nuestro equipo de expertos en Servicios Financieros que se preparan para los desafíos actuales y futuros. Obtén más información aquí.